jueves, 10 de marzo de 2016

Batman Miniature Games

 
 
¡Muy buenas a todas (y todos, por variar)!

Perdonad por la ausencia, espero poder retomar el ritmo de publicar algo cada dos o tres días pero he andado bastante liado con las clases y todos esos quehaceres diabólicos, aún así como he dicho intentaré retomar el ritmo y ya durante la semana santa habrá bastantes más publicaciones, prometido.

Hoy no os traigo una reseña como tal pero vengo a hablaros de un juego de miniaturas poco conocido (al menos por mis tierras) llamado Batman Miniatures.

En este juego de Knight Models tomamos el control de una de las muchas bandas de Gotham (Batman, Gordon, Green Arrow, Bane, Jocker, El pingüino, Dos Caras, La liga de las sombras, etc.) para pelear contra una banda rival. Cada banda tiene sus propias características. El juego se desarrolla en un tablero donde la escenografía cobra muchísima importancia ya que nuestras unidades podrán trepar edificios, cubrirse tras los coches, saltar azoteas, ¡incluso meterse por las alcantarillas!


Ayer tuve la oportunidad de probar el juego por primera vez gracias al bueno de Gorka que me dejó el manual hace unos días para que me lo empoyara y luego le enseñara a él, dado que tiene varias minuaturas que aún no había podido jugar (aunque cometió el error de dejarme tal misión, ya que sólo me dio tiempo a leérmelo una vez y tuvimos que revisarlo bastante durante la partida y según él le engañaba).

Elegimos banda cada uno y dejamos a un lado a Batman y los polis. Gorka optó por Dos Caras y sus secuaces y yo por Pingüino y sus respectivos, haciendo de la partida una batalla de villanos por control del territorio. La idea de esa partida era la de aprender a movernos y pegarnos porrazos, poco más, así que no cumplimos todas las reglas de preparación (no pusimos todas las farolas ni alcantarillas que deberían de haber, el tablero no era cuadrado, no compramos equipo inicial (cosa que es muy importante), etc.) pero al menos cumplimos con la idea inicial de aprender las mecánicas básicas.  



Tras decidir las bandas, montamos la zona de juego con escenografía varia y colocamos un par de alcantarillas y de farolas y comenzamos con el lío. 

El juego se divide en un número de rondas (acordadas antes de comenzar a jugar) en las que debes de intentar conseguir puntos de victoria (cumpliendo objetivos del mapa y derrotando rivales), donde durante cada ronda activaremos todos nuestros personajes alternándolos con los del rival, es decir, el jugador que comienza la ronda activa uno de sus personajes (lo mueve, ataca, etc.) y a continuación el rival hace lo mismo, así alternando hasta que ambos jugadores hayan activado todas sus figuras (si un jugador tiene menos figuras puede elegir pasar tantas veces como la diferencia de figuras). Una cosa curiosa del juego es que al comienzo de cada ronda tenemos X contadores de acción para cada personaje (donde X es la motivación del personaje, un atributo) y esos contadores deberemos repartirlos (siguiendo unas normas) entre los diferentes tipos de acciones (mover, atacar, bloquear o usar habilidades), de esta manera organizaremos los contadores según nos convengan más cada ronda. Para todas las acciones del juego se usan siempre dados de 6 caras, se mueve en centímetros, las armas de fuego tienen alcance y munición (cosa más rara) por lo que tenemos que pensar bien si nos merece la pena disparar o no. Otra cosa curiosa es que a la hora de disparar tenemos que ir tirando un dado para superar una tirada (denominada de Blink!) con el fin de ver si nuestro disparo llega al objetivo o le da a algún obstáculo de por medio.


Primeras impresiones sobre el juego:
Lo que más me ha gustado: El poder corretear y trepar por la ciudad es siempre un gran atractivo aunque es cierto que conlleva a que para poder jugar bien vas a necesitar una escenografía diversa y numerosa, aunque siempre puedes tirar de cajas de leche y tapones de botellas (allá cada uno se lo quiera currar más o menos). La importancia de la visibilidad también me ha parecido un punto a su favor, ya que a veces vas a tener que pensártelo dos veces antes de dejarte expuesto a la luz de una farola. El poder meterte por cualquier alcantarilla para poder salir por cualquier otra a la ronda siguiente también me ha molado bastante.

Lo que menos me ha gustado: A veces se hace algo tedioso el tener que colocar todos los contadores de acción para cada personaje antes de comenzar la roda. También se necesitan muchós dados, contadores y espacio en la mesa para poder gestionarlo bien todo. Las miniaturas vienen sin pintar cosa que para mí es algo negativo pero que sé que para la mayoría de aficcionados de los juegos de miniaturas poder pintarlas es otro de los grandes atractivos.


En otra ocasión espero poder reseñar el juego y explicar las cosas mejor, así que nada, ¡hasta que volvamos a leernos, canallas!




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